En los últimos años, Roblox ha crecido hasta convertirse en una de las plataformas más populares entre niños y adolescentes. Con más de 70 millones de usuarios activos diarios, el juego se presenta como un espacio de creatividad, diversión y comunidad. Sin embargo, tras esa fachada de entretenimiento familiar, se ha ido acumulando una preocupación cada vez más visible: la presencia de depredadores sexuales que utilizan el entorno virtual para acosar, manipular y explotar a menores.

Un joven denunciante —conocido en redes sociales como un “cazador de pedófilos (Schlep)”— comenzó a exponer casos de grooming dentro de Roblox. Su objetivo era claro: proteger a los menores y abrir los ojos de la comunidad frente a un problema que, aunque evidente, la empresa prefería ignorar. En lugar de reconocer los hechos y reforzar sus medidas de seguridad, Roblox Corporation intentó silenciarlo, bloqueando contenido, enviando advertencias legales y aplicando sanciones a quienes compartían sus denuncias.
El Intento Fallido de Silenciamiento
Roblox apostó por la censura bajo la idea de que “callando la crítica” lograría proteger su imagen. Pero ocurrió todo lo contrario:
- Los intentos de silenciamiento generaron una reacción viral en redes sociales.
- El caso del joven se convirtió en noticia, atrayendo la atención de medios digitales y comunidades de activismo online.
- Lejos de ocultarse, la problemática quedó aún más expuesta, reforzando la percepción de que Roblox es un espacio inseguro para menores.
Este fenómeno se conoce como el “efecto Streisand”, cuando un intento de censura multiplica la difusión del tema que se quería ocultar.
Una Realidad que Roblox No Puede Tapar
Las investigaciones independientes y los testimonios de jugadores coinciden: Roblox se ha convertido en un espacio atractivo para depredadores sexuales debido a su enorme base infantil y la insuficiente moderación. Casos de grooming, explotación sexual, solicitudes de fotos íntimas y hasta intentos de contacto físico en la vida real han sido documentados.
La empresa, en lugar de enfrentar de manera transparente el problema, ha priorizado su imagen corporativa y el crecimiento financiero. Esta actitud, en la práctica, ha deteriorado su credibilidad. Padres y organizaciones de protección infantil han comenzado a señalar a Roblox como un “nido de pedófilos”, donde la seguridad prometida no se cumple.
La Voz de los Usuarios
Muchos jóvenes y familias perciben que los verdaderos héroes no han sido los sistemas de seguridad de Roblox, sino usuarios valientes que arriesgan su tranquilidad para exponer a los depredadores. El joven cazador de pedófilos, a pesar de los intentos de censura, ha logrado que el tema esté en la agenda digital y que los ojos del mundo se posen sobre una verdad incómoda: Roblox es inseguro y requiere cambios urgentes.
Reflexión Final
El caso deja una lección importante: censurar no elimina el problema, lo amplifica. Roblox pudo haber trabajado junto a la comunidad para reforzar sus sistemas de seguridad, pero eligió el camino de la opacidad y el silenciamiento. El resultado fue devastador para su reputación.
Hoy, más que nunca, los padres deben ser conscientes de lo que ocurre en plataformas como Roblox, y las empresas tecnológicas deben entender que su responsabilidad no es solo entretener, sino proteger a los más vulnerables.