En un movimiento que podría redefinir el almacenamiento en dispositivos portátiles, el fabricante chino Biwin presentó su Mini SSD, una unidad de estado sólido con dimensiones de apenas 15 x 17 x 1.4 mm, ligeramente más grande que una microSD pero con velocidades que se acercan al rendimiento de un SSD M.2 moderno.
El concepto es claro: combinar la portabilidad extrema de una tarjeta de memoria con la velocidad y resistencia de una SSD PCIe. Y para muchos, es la primera vez que este sueño parece realmente viable.

Especificaciones técnicas y rendimiento
El Mini SSD promete velocidades de lectura secuencial de hasta 3.700 MB/s y escritura de 3.400 MB/s gracias a una interfaz PCIe 4.0 x2. Esto significa que triplica la velocidad de una microSD Express, cuyo límite teórico ronda los 985 MB/s.
Estará disponible en versiones de 512 GB, 1 TB y 2 TB, capacidades más que suficientes para:
- Consolas portátiles con bibliotecas de juegos AAA.
- Laptops ultraligeras que requieren almacenamiento rápido.
- Cámaras y smartphones grabando video en 8K o RAW.
Diseño inspirado en las tarjetas SIM
El sistema de inserción es similar al de una SIM de teléfono: una bandeja expulsable mediante pin, sin tornillos ni tapas adicionales. Esta elección permite:
- Mayor resistencia al agua y polvo (certificación IP68).
- Protección contra caídas de hasta tres metros.
- Cambio rápido de unidades sin abrir el dispositivo.
La idea apunta a un público que busca almacenamiento extraíble, sellado y de alto rendimiento, algo casi inexistente en el mercado actual.
Posibles aplicaciones y nicho de mercado
El Mini SSD no busca reemplazar a los M.2 en PCs de escritorio ni competir con las unidades PCIe 5.0 de gama alta. Su verdadero valor está en:
- Portátiles ultrafinas donde el espacio interno es mínimo.
- Consolas portátiles como GPD Win 5 o OneXPlayer Super X, ya confirmadas como primeras en adoptarlo.
- Tablets y cámaras profesionales que necesitan alta velocidad de escritura en un cuerpo sellado.
- Smartphones premium para creadores de contenido que trabajan con formatos pesados.
El debate: ¿nuevo estándar o formato cerrado?
Aunque Biwin lo presenta como un producto con potencial universal, todavía no hay confirmación de que sea un estándar abierto. Si otros fabricantes no adoptan el formato “1517”, podría quedarse como una solución propietaria presente solo en unos pocos dispositivos chinos de gama alta.
Si, por el contrario, logra tracción en el mercado y otros integradores lo apoyan, podría convertirse en el primer formato de almacenamiento modular ultrarrápido y sellado de uso masivo.
Preguntas sin respuesta
Aún faltan datos clave:
- Precio por gigabyte frente a un M.2 2230 o microSD Express.
- Compatibilidad amplia con Windows, Android y Linux.
- Facilidad de intercambio entre dispositivos sin necesidad de reformatear.
Conclusión
El Mini SSD de Biwin es más que un experimento: es una posible evolución del almacenamiento portátil. Su propuesta combina velocidad PCIe, formato ultracompacto, resistencia física y capacidad suficiente para cargas de trabajo modernas.
Si el mercado responde, podríamos estar ante el nacimiento de una nueva categoría de memoria: rápida como una SSD, pequeña como una SIM, y extraíble como una tarjeta SD. Y, como toda innovación disruptiva, dependerá de la adopción masiva para pasar de curiosidad tecnológica a estándar global.