Introducción
En la historia de la computación moderna, Microsoft ha sido una de las empresas más influyentes, pero también una de las más polémicas. Entre sus primeras controversias figura una demanda clave, poco conocida, que marcó el inicio de su dominio en el mundo del software. Esta fue la primera demanda importante contra Microsoft, y fue iniciada por una pequeña compañía llamada Seattle Computer Products (SCP).

🕰️ Contexto: El nacimiento del IBM PC y la oportunidad de Microsoft
A principios de los años 80, IBM planeaba lanzar su propia computadora personal (el IBM PC), y necesitaba un sistema operativo que la hiciera funcionar. En un inicio, IBM contactó a Digital Research, creadores del sistema CP/M, pero las negociaciones fracasaron.
Ante esta situación, IBM recurrió a una joven empresa de software: Microsoft. Aunque Microsoft aún no tenía su propio sistema operativo, Bill Gates prometió que se lo conseguiría.
⚙️ QDOS: El sistema operativo que lo cambió todo
Microsoft descubrió que la empresa Seattle Computer Products (SCP) tenía un sistema operativo llamado QDOS (Quick and Dirty Operating System), desarrollado por el ingeniero Tim Paterson. QDOS estaba diseñado para procesadores Intel 8086, lo que lo hacía compatible con los planes de IBM.
En julio de 1980, Microsoft adquirió una licencia no exclusiva de QDOS por apenas $25,000 USD, sin decirle a SCP que era para venderlo a IBM. Microsoft modificó QDOS, lo renombró como MS-DOS y se lo vendió a IBM como PC-DOS.
⚖️ La demanda: Seattle Computer Products vs Microsoft
Cuando SCP se enteró de que su software estaba siendo utilizado por IBM, la empresa acusó a Microsoft de haber ocultado información crucial durante la compra de la licencia de QDOS.
En 1981, Seattle Computer Products demandó a Microsoft, alegando:
- Que Microsoft actuó de mala fe al no revelar el uso final del software.
- Que se beneficiaron injustamente de un contrato barato, mientras generaban millones con el mismo software adaptado.
- Que SCP merecía una compensación mucho mayor, considerando el valor real que alcanzó MS-DOS.
🤝 El acuerdo fuera de los tribunales
La disputa no llegó a juicio. En 1986, Microsoft llegó a un acuerdo extrajudicial con SCP. Como parte del arreglo:
- Microsoft pagó a SCP aproximadamente $1 millón de dólares.
- SCP renunció a reclamos futuros sobre MS-DOS.
- Microsoft aseguró los derechos plenos del sistema, consolidando su control sobre MS-DOS.
Aunque el monto pagado fue considerable para la época, resultó mínimo comparado con los miles de millones que MS-DOS generaría para Microsoft en las décadas siguientes.
🧠El mundo de los negocios no es para idiotas
Montar una empresa no es solo tener una buena idea. Es también saber cómo protegerla, cómo negociar, y sobre todo, cómo moverse estratégicamente en un mundo que no premia la bondad, sino la preparación.
El caso de Seattle Computer Products (SCP) frente a Microsoft es uno de los ejemplos más contundentes de cómo la ingenuidad empresarial puede costarte millones, incluso si tienes un producto revolucionario.
🖥️ Entonces asi es cómo Microsoft se quedó con el futuro del software
A finales de los años 70 e inicios de los 80, SCP tenía en sus manos QDOS, un sistema operativo diseñado por su ingeniero Tim Paterson. Microsoft, en plena búsqueda de un sistema operativo para entregarle a IBM, compró a SCP una licencia no exclusiva de QDOS por solo $25,000 dólares.
Poco después, lo renombraron como MS-DOS y se lo vendieron a IBM, ganando cientos de millones de dólares.
¿Fue ilegal? No.
¿Fue astuto? Absolutamente.
¿Fue un ejemplo de visión comercial agresiva? Sin duda.
SCP luego quiso demandar. Alegaron que Microsoft actuó “de mala fe”, que les ocultó el acuerdo con IBM, y que ellos merecían una parte del pastel. Microsoft prefirió cerrar el caso extrajudicialmente con un pago de alrededor de $1 millón.
❌ El error de SCP: ingenuidad pura
¿Dónde se equivocó SCP?
- Vendieron un producto estratégico sin visión a largo plazo.
- No pusieron límites contractuales de uso, redistribución o volumen.
- No consultaron asesoría legal especializada antes de firmar.
En otras palabras: tuvieron oro en las manos, pero lo regalaron por falta de visión y estrategia. Luego se quejaron cuando alguien más supo convertir ese oro en una mina.
El reclamo de “mala fe” suena más a llanto post-negociación que a una base legal sólida. Y aunque lograron un acuerdo económico, el daño ya estaba hecho: Microsoft se convirtió en gigante. SCP desapareció del mapa.
📉 ¿Moraleja? En los negocios, no hay espacio para tarados
No es crudo decirlo, es necesario repetirlo:
Si vas a tener tu empresa, no puedes ser tonto ni ingenuo.
Porque en el mundo empresarial:
- El que no protege su producto, lo pierde.
- El que no pone condiciones claras en su contrato, se queda sin excusas.
- El que cree que “todo debe ser justo” no entiende que la ley no premia la buena fe, sino la inteligencia contractual.
Los grandes jugadores no esperan. Ven oportunidades, actúan rápido, y si pueden ganar más margen aprovechando tus errores, lo harán sin pestañear.
💡 Epílogo: Tu idea puede ser brillante, pero si no la blindas… es de otro
No es suficiente ser un buen programador, un inventor, un diseñador brillante. Si no entiendes de contratos, licencias, modelos de negocio y propiedad intelectual, serás el primero en quedar fuera del juego cuando entre alguien más con más experiencia y menos escrúpulos.
Por eso, si estás emprendiendo o piensas hacerlo, edúcate antes de que sea tarde. Rodearte de abogados, estrategas y aprender a negociar no es opcional.
Es la diferencia entre ser dueño de tu imperio o solo del primer borrador.
🧠 ¿Entonces que?
Este episodio es crucial para entender cómo Microsoft pasó de ser una pequeña compañía a convertirse en el titán del software:
- Mostró la capacidad de Bill Gates para identificar oportunidades de negocio estratégicas.
- Expuso el inicio de una filosofía de expansión agresiva y altamente calculada.
- Dejó claro que el ascenso de Microsoft no se basó únicamente en innovación propia, sino también en negociaciones inteligentes… y controversiales.
🧩 Conclusión
La demanda de Seattle Computer Products fue la primera gran disputa legal en la historia de Microsoft, y reveló mucho sobre los métodos que la compañía usaría en su camino al dominio mundial del software. Aunque Microsoft salió adelante, este caso es recordado como un ejemplo clásico de cómo los inicios de las grandes corporaciones están llenos de decisiones grises, estratégicas… y polémicas.