Es increíble. Perú es una rareza económica, social y política dentro de América Latina. No porque lo gobierne una clase brillante y visionaria —todo lo contrario— sino porque, pese a tener una dirigencia con bajísimo nivel educativo, escasa preparación y una alarmante tendencia a la corrupción, la nación logra mantenerse en pie, estable y con signos de crecimiento. ¿Milagro? ¿Resiliencia? ¿O simplemente el pueblo haciendo lo imposible mientras los de arriba siguen mirando su propio bolsillo?

🎓 Políticos sin preparación, sin ética y sin vergüenza
El Congreso peruano, uno de los más desprestigiados del continente, es una colección de perfiles que en muchos casos ni siquiera completarían un currículum profesional decente. Desde personajes acusados de plagio, hasta otros que no pueden hilar una oración con coherencia, el nivel de formación de gran parte de los legisladores es simplemente bochornoso.
Y lo más grave: el conocimiento cívico y ético también parece estar ausente. Leyes improvisadas, debates ridículos, blindajes vergonzosos, cambios de constitución al antojo y una obsesión por quedarse en el poder. Más que padres de la patria, parecen padrastros indeseables, esos que solo aparecen para castigar, aprovecharse y desaparecer cuando hay que asumir responsabilidades.
💸 Corrupción: el pan de cada día
Casos de corrupción en alcaldías, gobiernos regionales, ministerios y hasta en la Policía y el sistema judicial. En Perú, la corrupción ya no es una excepción, es una rutina institucionalizada. Todos los expresidentes recientes han sido acusados, procesados o encarcelados. Algunos incluso han muerto bajo investigación.
Y aún así, el país no colapsa. A diferencia de otras naciones que se desploman con gobiernos ineficientes, Perú se tambalea, pero sigue avanzando. ¿Cómo es posible?
📈 Economía: el milagro de la estabilidad relativa
Perú ha mantenido por años una política macroeconómica relativamente ortodoxa.
Gracias a la independencia de su Banco Central, a una deuda externa manejable y al poder de su sector minero, el país ha logrado contener la inflación, atraer inversión extranjera y sostener el tipo de cambio incluso en medio del caos político.
Además, los peruanos son increíblemente emprendedores, y muchas veces la economía real se mueve gracias a un sector informal activo, que no depende del Congreso, sino de la creatividad y el esfuerzo diario de millones de ciudadanos.
Perú sigue creciendo no gracias a su clase política, sino a pesar de ella.
🧍♂️ Un ciudadano maltratado, pero resistente
La sensación general del ciudadano común es de abandono y traición. Servicios públicos deficientes, inseguridad descontrolada, hospitales sin medicamentos, escuelas con techos de calamina, y autoridades que brillan por su ausencia… salvo cuando hay cámaras o elecciones.
Sin embargo, el peruano no se rinde. Sale a trabajar, a estudiar, a construir. Hace cola, se endeuda, migra si es necesario, pero nunca se queda quieto. Perú avanza porque su gente no tiene más opción que seguir, aunque el Estado les dé la espalda.
🦜 El país más bello, gobernado por los menos capaces
Paradójicamente, Perú es uno de los países más hermosos del planeta: playas, desiertos, selvas, cordilleras, historia milenaria, Machu Picchu, gastronomía mundialmente premiada, arte, cultura viva… Todo lo necesario para ser una potencia turística y cultural.
Pero esta belleza convive con una realidad fea: una clase política que no está a la altura del pueblo al que representa.
¿Puede Perú alcanzar o superar a potencias como EE.UU. o China?
Veámoslo desde varias perspectivas:
🌍 ¿Superar en qué sentido?
Primero debemos aclarar qué significa “superar a EE.UU. o China”.
¿Hablamos de…?
- PIB total (tamaño económico)
- PIB per cápita (calidad de vida)
- Tecnología e innovación
- Influencia geopolítica
- Educación y capital humano
- Felicidad, seguridad o sostenibilidad
Superarlos en todos los aspectos a la vez es prácticamente imposible a corto o mediano plazo, pero en algunos campos Perú podría destacar, si toma decisiones estratégicas ahora.
🔑 ¿Qué necesitaría Perú?
1. Una clase política radicalmente distinta
- Eliminar la corrupción sistemática.
- Reformar partidos, justicia, Congreso y descentralización.
- Gobernar con visión de país, no de bolsillo.
Difícil, pero posible con presión social y una reforma profunda.
2. Educación de clase mundial
- Universalizar la educación básica de calidad.
- Crear universidades técnicas de elite.
- Invertir en ciencia, investigación y tecnología.
Esto toma una o dos generaciones, pero es el verdadero motor del cambio.
3. Economía basada en valor agregado
- Pasar de exportar minerales a procesarlos e industrializarlos en casa.
- Invertir en agricultura tecnológica, energías renovables, software, IA, biotecnología, semiconductores, etc.
- Apostar por industrias que no dependan de recursos naturales solamente.
4. Infraestructura moderna
- Tren de costa y sierra.
- Ciudades inteligentes.
- Internet nacional de alta velocidad.
- Puertos, aeropuertos y energía limpia.
China logró esto en 30 años. Perú podría lograrlo en 40, con firmeza y verdadera voluntad nacional.
5. Instituciones sólidas
- Policía profesional y no corrupta.
- Justicia independiente y eficiente.
- Estado digital, transparente, eficaz.
Esto es lo que separa a un país pobre de uno rico. No los recursos, sino la institucionalidad.
6. Innovación y capital humano (Lo que hizo China cuando era pobre)
- Crear hubs tecnológicos (como Israel, Corea, Estonia).
- Becar miles de jóvenes para estudiar en el exterior y volver.
- Fomentar el talento emprendedor.
🤔 ¿Es difícil o imposible?
Aspecto | Perú puede lograrlo |
---|---|
Superar en PIB total | Imposible (EE.UU./China tienen +1,300 millones de personas) |
Superar en PIB per cápita | Difícil pero posible (si hay buena política y crecimiento sostenido) |
Ser un líder regional en tecnología o sostenibilidad | Sí, posible si se enfoca |
Alcanzar una democracia sólida y ejemplar | Sí, con una reforma profunda |
Convertirse en una potencia media influyente (como Canadá o Australia) | Sí, en 30-50 años con dirección clara |
💡 Conclusión: Perú no necesita mesías, necesita instituciones fuertes
No se trata de esperar a un «salvador», sino de construir un sistema que funcione aunque los políticos no sirvan.
Perú es ejemplo de que con gente honesta, preparada y con visión, podría ser una potencia regional. Pero mientras tanto, sigue siendo un pueblo admirable atrapado en un sistema mediocre.
¿Hasta cuándo aguantará?
Quizá mucho más. Porque si algo ha demostrado el Perú, es que su gente es infinitamente más grande que sus gobiernos.