Una colaboración global entre fiscales penales logró desconectar una nueva plataforma de comunicaciones criminales llamada “Ghost”. Esta herramienta permitía a delincuentes y organizaciones intercambiar mensajes cifrados para cometer actos delictivos. Ghost se convirtió en un recurso para peligrosas redes criminales globales, facilitando delitos graves y organizados.
Actividades Delictivas y Seguridad Avanzada
Europol y Eurojust informaron que Ghost se utilizó para una variedad de actividades delictivas, que incluyen tráfico de drogas a gran escala, lavado de dinero, violencia extrema y otras formas de delincuencia organizada. Su popularidad entre las organizaciones criminales se debe a sus avanzadas funciones de seguridad. La plataforma podía ser adquirida sin necesidad de proporcionar información personal y utilizaba tres estándares de cifrado. Un aspecto particularmente inquietante era la capacidad de enviar mensajes que, mediante un código específico, provocaban la autodestrucción de todos los mensajes en el teléfono inteligente objetivo.
Comunicación Segura y Desafíos para la Seguridad
Ghost permitió a los delincuentes comunicarse de forma segura, evitando la detección y contrarrestando medidas forenses. Con varios miles de usuarios en todo el mundo, la herramienta facilitaba alrededor de mil mensajes intercambiados diariamente. La plataforma contaba con una infraestructura propia y aplicaciones que operaban a través de una red de vendedores en varios países.
Desde marzo de 2022, Europol ha creado un grupo de trabajo que reúne a fiscales de varios países para analizar la infraestructura técnica de Ghost. Esto permitió rastrear a los principales proveedores y usuarios, monitorear su uso criminal y llevar a cabo el cierre coordinado de la plataforma. Los servidores de Ghost estaban ubicados en Francia e Islandia, mientras que los propietarios residían en Australia, y las inversiones financieras se localizaban en Estados Unidos.
Operaciones Coordinadas y Arrestos
La desactivación de Ghost implicó búsquedas coordinadas e intervenciones técnicas, resultando en el arresto de 51 sospechosos, incluidos 38 en Australia, 11 en Irlanda, uno en Canadá y uno en Italia, relacionado con el grupo mafioso italiano “Sacra Corona Unita”. Se prevén más detenciones a medida que avanza la investigación. Además, la operación permitió evitar múltiples amenazas a la vida, desmantelar un laboratorio de drogas en Australia y llevar a cabo una incautación global de armas, drogas y dinero en efectivo por valor de un millón de euros.
Panorama Fragmentado de la Comunicación Criminal
La reciente actividad policial contra plataformas utilizadas por redes criminales ha llevado a una fragmentación en las comunicaciones cifradas. Ante la presión sobre servicios de cifrado populares, los delincuentes recurren a herramientas menos establecidas o personalizadas que ofrecen diversos grados de anonimato y cifrado. Esta tendencia plantea continuos desafíos para los fiscales, quienes deben adaptarse a la evolución del panorama criminal, donde los delincuentes buscan no solo nuevas soluciones técnicas, sino también utilizan aplicaciones de comunicación comunes para llevar a cabo sus actividades delictivas.
Los fiscales internacionales logran repetidamente acceder a las plataformas de comunicación de los criminales organizados. Por ejemplo, la planificación criminal utilizando Encrochat dio lugar a una gran cantidad de trabajo de investigación y también aseguró que los perpetradores fueran capturados. En marzo de 2021, investigadores de Bélgica, Francia y Países Bajos afirman haber accedido a comunicaciones cifradas del servicio de comunicaciones Sky ECC. También fue utilizado por delincuentes.
Conclusión
La desactivación de la plataforma Ghost es un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado y el uso de tecnologías de comunicación para actividades ilegales. Sin embargo, la fragmentación del mercado de las comunicaciones cifradas indica que los delincuentes están en constante búsqueda de nuevas formas de operar en la sombra. La cooperación internacional y la adaptabilidad de las agencias de seguridad son esenciales para enfrentar estos retos en un mundo donde la tecnología avanza rápidamente y la criminalidad se adapta a nuevas circunstancias.
