La Comisión Europea (CE) está preparando una nueva multa millonaria contra Meta, la empresa matriz de Facebook, por presuntas infracciones de las normas antimonopolio, según ha informado el diario Financial Times.
Esta nueva sanción se sumaría a la multa de 265 millones de euros que la CE impuso a Meta en 2022 por obstaculizar la investigación sobre sus prácticas anticompetitivas.
En esta ocasión, la CE investiga si Meta proporcionó información falsa o engañosa a los reguladores europeos durante la investigación de 2022. La empresa podría ser multada hasta con el 10% de su facturación global anual, que en 2023 ascendió a 132.000 millones de dólares.
La CE sospecha que Meta mintió sobre la forma en que vincula sus productos, como Facebook e Instagram, y sobre cómo utiliza los datos de los usuarios. La empresa también podría haber ocultado información sobre sus adquisiciones de otras empresas, como Giphy.
Meta ha negado las acusaciones y ha declarado que está cooperando plenamente con la investigación de la CE. La empresa ha dicho que está «comprometida con cumplir con las leyes y regulaciones» y que está «trabajando para abordar las preocupaciones de la CE».
Esta nueva multa sería un duro golpe para Meta, que ya se enfrenta a una serie de desafíos, como la desaceleración del crecimiento de usuarios, la creciente competencia de otras plataformas de redes sociales y las nuevas regulaciones sobre la privacidad de los datos.
La CE ha estado investigando a Meta durante varios años por su presunto comportamiento anticompetitivo. La empresa ha sido acusada de abusar de su posición dominante en el mercado para ahogar la competencia y de utilizar los datos de los usuarios de forma indebida.
La CE también ha estado investigando si Meta cumple con las normas de la Unión Europea sobre la privacidad de los datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Meta ha sido multada en varias ocasiones por incumplir las normas del RGPD.
La nueva multa de la CE podría tener un impacto significativo en el negocio de Meta. La empresa podría verse obligada a cambiar la forma en que opera sus productos y servicios, y podría verse disuadida de realizar nuevas adquisiciones.
La decisión de la CE también podría tener un efecto disuasorio en otras empresas tecnológicas, que podrían ser más cautelosas a la hora de abusar de su poder de mercado.
El caso de Meta es un ejemplo de cómo la CE está tomando medidas enérgicas contra las empresas tecnológicas que abusan de su poder de mercado. La CE está decidida a garantizar que las empresas tecnológicas compitan de forma justa y que no perjudiquen a los consumidores.
