JavaScript, desde su creación por Brendan Eich en 1995, se ha convertido en el lenguaje de programación más utilizado en el desarrollo web. Su dominio es indiscutible, y frameworks como React, Vue, y Node.js han consolidado su posición. Sin embargo, algunos desarrolladores se preguntan si JavaScript, como otros lenguajes de programación, podría estar «secuestrado» por grandes corporaciones, en particular, por Oracle.
Esta preocupación surge del hecho de que Oracle es la empresa detrás de Java, un lenguaje históricamente ligado a los sistemas empresariales, móviles y backend, y la misma compañía que ha demostrado ser agresiva en cuanto a la propiedad intelectual y licencias. Pero ¿realmente Oracle tiene un control significativo sobre JavaScript? ¿O son estos temores infundados? En este artículo, exploraremos los posibles vínculos entre JavaScript y Oracle, y cómo se desarrollan los ecosistemas de programación en un contexto donde las grandes corporaciones pueden influir enormemente en las tecnologías que usamos a diario.
Oracle y Java: El verdadero secuestro
Antes de abordar el caso de JavaScript, es esencial comprender cómo Oracle ha manejado su adquisición de Sun Microsystems en 2010, la compañía original detrás de Java. Oracle no solo adquirió Java, sino también los derechos de autor y las patentes relacionadas con su tecnología. Esta compra ha tenido implicaciones profundas para el ecosistema Java, especialmente en el ámbito legal.
El caso más notorio fue la batalla legal entre Oracle y Google, donde Oracle demandó a Google por el uso de partes de la API de Java en su sistema operativo Android. Esta disputa giraba en torno al uso de API, y aunque el Tribunal Supremo de los EE. UU. finalmente falló a favor de Google en 2021, este caso subrayó el enfoque agresivo de Oracle en cuanto a la propiedad intelectual de Java.
JavaScript: ¿Realmente en manos de Oracle?
Para entender si JavaScript está en una situación similar, es crucial aclarar que Java y JavaScript, a pesar de sus nombres, son lenguajes completamente diferentes. Java fue desarrollado por Sun Microsystems (y ahora es propiedad de Oracle), mientras que JavaScript fue creado por Netscape, que más tarde fue adquirido por AOL y posteriormente desapareció como una entidad independiente.
JavaScript es ahora gestionado principalmente por el ECMA International a través del comité TC39, un grupo de expertos de diversas empresas y organizaciones tecnológicas que se encargan de la estandarización del lenguaje. Las principales compañías involucradas en el comité TC39 incluyen Microsoft, Mozilla, Google, y Apple. Este proceso de estandarización es colaborativo y abierto, y aunque empresas grandes tienen un papel significativo, no existe una entidad única con el poder absoluto sobre JavaScript.
Es cierto que Oracle es una entidad poderosa en el mundo de la tecnología, pero su influencia sobre JavaScript es limitada en comparación con otras compañías como Google o Microsoft, que tienen más peso en su evolución.
La influencia corporativa en JavaScript: ¿Un secuestro invisible?
Aunque Oracle no tiene control sobre JavaScript, el poder que grandes corporaciones ejercen sobre el ecosistema de software libre y lenguajes de programación sigue siendo motivo de preocupación para algunos. Empresas como Google y Facebook (Meta) son actores dominantes en el desarrollo de JavaScript. Google, por ejemplo, creó V8, el motor de JavaScript utilizado en Google Chrome y Node.js, y Meta es responsable de React, una de las bibliotecas más populares en el desarrollo frontend.
A pesar de estos esfuerzos, el desarrollo de JavaScript sigue siendo colaborativo y abierto. Los desarrolladores de diferentes orígenes pueden proponer mejoras a través del proceso de propuesta TC39, y muchas de las características de JavaScript que utilizamos hoy en día han sido diseñadas por miembros de la comunidad, no solo por empleados de grandes corporaciones.
Los retos del ecosistema JavaScript
Una posible crítica es que, aunque JavaScript como lenguaje no esté en manos de una sola entidad, su ecosistema y las herramientas que lo rodean están dominados por grandes empresas. Herramientas como React, Angular (creado por Google) o incluso Node.js (con fuerte apoyo de Microsoft en la actualidad) son pilares del ecosistema de JavaScript, y estas tecnologías a menudo están ligadas a los intereses de las corporaciones que las desarrollan.
Por ejemplo, React es mantenido principalmente por Meta (antes Facebook), y aunque es de código abierto, su desarrollo está impulsado por los objetivos y necesidades de esta empresa. Algunas decisiones en su desarrollo pueden estar alineadas con las prioridades comerciales de Meta, lo que puede generar preocupaciones sobre el control que estas corporaciones tienen sobre herramientas críticas.
Lo mismo puede decirse de V8, el motor de JavaScript desarrollado por Google. Aunque ha sido revolucionario para la velocidad y el rendimiento del lenguaje, muchos se preguntan si el dominio de Google sobre este componente crucial del ecosistema JavaScript podría tener implicaciones a largo plazo en términos de estandarización o control.
El futuro de JavaScript: Colaborativo, pero vigilado
A pesar de las inquietudes, JavaScript sigue siendo un lenguaje con una gran comunidad abierta y un proceso de desarrollo basado en estándares abiertos. El comité TC39 garantiza que las decisiones sobre el lenguaje se tomen de manera transparente, con la participación de múltiples actores de la industria.
Sin embargo, es inevitable que las grandes corporaciones sigan teniendo una influencia considerable en el ecosistema. No se puede negar que las herramientas que impulsan el desarrollo de JavaScript, como motores de ejecución, bibliotecas y frameworks, están en manos de gigantes tecnológicos. Esto no implica necesariamente un «secuestro», pero sí que la comunidad debe estar vigilante y comprometida con mantener el ecosistema lo más inclusivo y neutral posible.
Conclusión: ¿Está JavaScript secuestrado por Oracle?
La respuesta corta es no, Oracle no tiene control sobre JavaScript como lo tiene sobre Java. Sin embargo, esto no significa que el ecosistema de JavaScript esté completamente libre de la influencia de grandes corporaciones tecnológicas. Aunque Oracle no juega un papel importante en el desarrollo de JavaScript, otras empresas como Google, Meta, y Microsoft tienen una influencia significativa.
El futuro de JavaScript dependerá de la capacidad de la comunidad global para mantener el proceso de estandarización abierto y colaborativo, garantizando que ningún actor tenga un control absoluto sobre el lenguaje y sus herramientas clave.